martes, 3 de febrero de 2009

Inconcluso.



Camino a casa, después de haber trabajado todo el día, paré en el kiosco de la esquina a comprar cigarrillos y una bolsa de gomitas de eucaliptos. No podía dejar de comer, es raro porque las golosinas nunca me gustaron, pero estos caramelos me estaban creando adicción, otra más.
Subiendo en el ascensor empecé a tararear la canción que escuchaba la chica del kiosco, era una ranchera, hacía cuatro o cinco años que no escuchaba una, la última vez fue cuando el portero del edificio le cantó una serenata a su mujer, y nosotros estábamos comiendo una picada y mirando una película con unos amigos, ni bien oímos los mariachis bajamos a la vereda y nos pusimos a bailar. En ese tiempo yo andaba con Pablo, y creía que él tenía las llaves del sol y de la luna. El es uno de esos amigos que te acompañan a lo largo de toda la vida, donde vivís momentos maravillosos, pero que nunca te llegan a enamorar. Todavía no entiendo si es casualidad, azar o destino, pero ni bien encendí la computadora y terminé de comerme mi último caramelo, Pablo me invito a cenar. Fue tan solo un mensaje de texto que nunca conteste.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Deseo


Intermitente en mi mente, como esas cosas que anclan un nudo indeseado, por lo que duele y agoniza adentro, aparece la misma foto, las mismas ganas… Volverá a brillar el cielo?, desde el piso solo pretendo poder oler las nubes… pero se me esconden, ellas también siguen su rumbo.

viernes, 26 de diciembre de 2008

After.



Retornará la noche.

Con sus crueles dagas atravesando despacio,
Mi piel se eriza con solo ver la luna.
El viento congela mi mirada,
Alejando de a poco los sentidos
La parálisis vuelve,
el frío en los pies
Cicatriz entre cejas,
toma mi cuerpo debilitándolo,
Devorándolo,
Chorreando mis huesos,
comienzan a cantar.
Las ausencias llenan mi dormitorio,
tornado en mi techo,
Despidiendo clavos q se atornillan a mi cama
Inmóvil,
la matriz llama…
El silencio me ha tragado.

Charlotte.
(www.solounachicacontacos.blogspot.com o www.residuosdeunamentecontacos.blogspot.com )



En la barrera que tiran las estrellas, en medio de la noche, pase de la incógnita del presente a fumarme la luna que tanto había deseado.
La pena la tiene mi piel, pero ella nunca espera. Cierra, triste si, en una foto. Directo al cajón de los recuerdos. Eso no quiere decir, que en medio de cualquier noche desierta, no la saque para soplarla.
Pero ahí estaba, porque lo había decidido, en una reposera mirando las estrellas, tomándome una copa de champaña, viendo si su rostro se reflejaría en alguna estrella, y como no estaba en ácido, no sucedió.
La realidad es tan bruta a veces. Un silencio doctorado nos sobrevolaba a todos, y él ahí con su mitad de pasado presente, y un presente sordo, ciego y mudo.
Y yo que ni siquiera lo miraba, al costado.
-Querés champán, Chantal?
-(quisiera acercarme y acariciarte la cabeza, que mis manos bajen por tus mejillas, contornearte la boca, besarte, que mis manos sigan su curso bajo tu remera, pasearme en tus venas, escuchar cómo tu voz cambia y me pide, manejar tu cuerpo bajo mis sábanas, que tus manos hagan cambiar mi mirada, que los hombros se besen, que la luna vuelva a sonreír) No, gracias.- me limite a decir. Esa fue toda nuestra conversación. Si hubiese tenido una ametralladora la hubiese usado.
No pude hacer otra cosa más que irme.

Y ahora que paso pienso, adónde se van las preguntas no natas?, ¿por qué guardamos los sentimientos en un lugar que no es claro? Porque uno es ubicada, pero nunca es el momento?, un vacío medio raro éste, el de ni siquiera pelear por los impulsos…

martes, 23 de diciembre de 2008

Nota

Con una fiesta encima, comiéndome la sombra y un vino casi por terminar, el viento sacude de lástima unas últimas imágenes. Como una máquina vieja de fotografía comienza la proyección. Siempre la misma rutina. La luna me mira, yo tomo un sorbo, de algún alma que se quedó flotando en mi copa, y la música que se lleva mi piel.
El cruce es inminente, lo huelo. Mi cuerpo se inmoviliza. La noche tira de mis venas, mis ojos se cierran. Debería no pensar, colgarme en cualquier empapelado, seguir el vuelo de las palomas, acariciar los atardeceres, tirar de una vez los dados…. Pero la luna me devora, y aparece tu piel, que se pega a mis zapatos.

Nadie vuelve porque si...